BMW tiene muy claro y lo lleva avisando desde hace mucho tiempo que no se verá jamás una M de fábrica en uno de sus SUVs.
Pero por otro lado, sí nos tiene acostumbrados en el caso del X5 a
lanzar versiones más potentes y diferenciadas del resto de la gama, y a
la actual generación le va llegando la hora para hacer frente a competidores de la talla del Cayenne Turbo.
Este mes ha sido vista en el circuito de Nürburgring una unidad de pruebas prácticamente sin camuflar en la que se evidencian los rasgos distintivos que se heredan de otros modelos M de BMW. En el frontal se pueden apreciar tres entradas de aire mucho más grandes de lo normal, y en la trasera las cuatro típicas salidas de escape de las versiones de alta gama.
En cuanto al motor, según los autores de las fotos, la unidad montaba un bloque biturbo, con lo que se podría deducir que usará el motor 4.4 V8 biturbo que fue presentado para el X6, y que produce 407 caballos de potencia. Siguiendo esa línea, la versión podría también compartir el mismo nombre que lleva en el caso del X6, que es xDrive50i, y que estaría por encima del 4.8is.
La fecha del anuncio oficial es desconocida, pero con el salón de París cada vez más cerca, es posible que BMW nos de alguna que otra sorpresa en el encuentro de la capital francesa.