Se llevaba mucho tiempo hablando de él, pero siempre desde el estadoRumor más que desde el estado Confirmado. En el salón de París por fin lo podremos ver y se llamará Mini Crossover Concept, la cuarta carrocería del exclusivo utilitario, pensada para aquellos que buscan algo más que un coche urbanita.
Sus dimensiones ya no hacen gala a su nombre, ya que con más de 4 metros de largo, es el Mini más largo hasta la fecha. Pero no solo en su longitud se amplía, su anchura y su altura también han crecido, llegando hasta los 1,83 metros y los 1,598 metros respectivamente. Este crecimiento se notará en su habitabilidad, dotando de más comodidad a sus ocupantes.
Con la palabra Crossover en su nombre, no hay duda de que lo que se busca en este coche es que sea multifuncional. Para eso, se ha aumentado su altura libre al suelo y se ha complementado con tracción a las cuatro ruedas. No veo a este coche, y sobre todo a sus potenciales clientes, metiéndose por un camino embarrado para pasar una apacible tarde de merienda en el campo, pero tiene que haber de todo.
Eso sí, en su diseño sí han sabido darle un aire campero. No muy acentuado, hay que reconocerlo, pero se notan en él las trazas de algo hecho para andar por fuera del asfalto.
El Mini Crossover Concept también cuenta con una curiosa configuración de sus puertas, de disposición asimétrica. No es como el Mini Clubman, es diferente. Sus cinco puertas están donde deberían estar, pero dependiendo del lado del coche, se abre de una forma u otra.
En el lado del acompañante se abren convencionalmente, pero en el lado del conductor la cosa cambia. Se suprime el pilar B y la puerta trasera es del tipo levadiza y corredera. Esto propicia un amplio espacio para meter objetos a la parte trasera o para la entrada de ocupantes. No especifican si hay que abrir la puerta del conductor (más larga que la del acompañante) para abrir la de atrás o no, pero si pilar B, me temo que sí que tendrá que estar abierta.
El portón trasero también tiene particularidades. No son una grandísima novedad, pero sí le aportan más funcionalidad y facilidad de acceso a la zona de carga. La ventana sin marco se puede bajar sin tener que abrir la puerta, dando acceso al maletero en caso de necesidad. Ideal para aparcamientos estrechos o zonas angostas. Además, su apertura con la bisagra desplazada parece que ahorra espacio.
Por su parte, el techo es corredizo en ambos sentidos, pudiendose abrir desde cualquiera de las dos partes, para que no haya peleas entre los ocupantes. Además, el sistema Roof Rail del Mini Crossover Conceptpermite montar diversos elementos de sujeción para transportar esquíes, snowboards, bicicletas y cajas de transporte de diverso tamaño.
El interior es de corte clásico, muy al estilo de Mini, pero con ciertas particularidades. La primera, la configuración de sus asientos, con los cuatro independientes y con la misma forma en todos los casos. Los traseros, por su parte, se ocultan bajo el suelo del maletero y tienen una capacidad de desplazamiento longitudinal de 13 centímetros, mejorando la habitabilidad trasera.
Están “unidos” por el Center Rail, un sistema diferente a la típica consola central, que funciona como vano portaobjetos con capacidad para albergar cualquier objeto típico en un viaje, contando además con bandejas desplazables longitudinalmente para compartir cosas entre los asientos de delante y los de atrás.
Pero realmente, lo más curioso de todo el equipamiento del Mini Crossover Concept es su peculiar cuadro de mandos. Al igual que otros Mini, el centro del salpicadero está dominado por un enorme reloj que hace las veces de centro de control. En este caso, el Mini Center Globepasa a las tres dimensiones y hace las veces de sistema multimedia.
La pantalla semiesférica situada en su interior permite visualizar elementos diferentes desde cada asiento. Por ejemplo, el acompañante puede navegar por internet mientras que en el lado del conductor se pueden mostrar los datos típicos de un cuadro de mandos. Curioso, muy curioso.
Otro detalle es el uso del laser para representar imágenes en dos níveles. En uno se puede mostrar la ruta de navegación, mientras que en el interior, la pantalla puede mostrar lo mencionado anteriormente. Para controlarlo, algo tan sumamente cómo como un trackball en el volante o en el lado del conductor.
Y por último, pero no menos curioso, es su sistema de arranque. Deja la llave convencional de lado para pasar a hacerlo casi como si de un pinball se tratase con la Keyball. Una pequeña bola se coloca en la parte superior del Center Globe y, a continuación, rueda hasta el centro de la esfera de mando, en el lado dirigido hacia el conductor. Cuando ha llegado a esa posición, basta pulsarla para poner en marcha el motor. Volviéndola a pulsar, se apaga el motor y la Keyball sigue rodando hacia abajo hasta caer a través de un orificio en una pequeña bandeja. Eso tengo que verlo…
No hablan de su motorización ni de la posibilidad de convertirse en un coche de producción. Para eso tendremos que esperar, supongo, al salón de París el próximo mes de octubre.
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