Delicado tema el de la propiedad intelectual e
industrial. Los tribunales alemanes acaban de prohibir la venta en
aquel país del modelo que conocemos como Sceo SUV (o copia china
del BMW X5 para entendernos), fabricado por Shuanghuan.
Karl Schloessl, responsable de la empresa que importa el modelo a
Alemania (China Automobile Deutschland), niega que el modelo infrinja
los derechos del BMW X5, y afirma que “entre BMW y Audi también se
encuentran parecidos”. Argumento aplastante. Ya puestos Shuanghuan
debería denunciar a Audi.
China Automobile Deutschland apelará la decisión del tribunal, aunque mucho
me temo que sin éxito.
En este caso (y en otros casos de copias chinas tan sangrantes como este)
parece justa la decisión, pero seguro que es un complejo problema establecer
los límites entre parecidos razonables y copias.
Miedo me daría que en la industria del automóvil proliferasen demandas
absurdas, pero para bien o para mal a nadie le extraña que todas las
marcas se suban al carro de los elementos de moda: difusores en la
parte trasera, tira de luces diurnas en las ópticas delanteras y un
largo etcétera de detalles que aparecen en un modelo un día y al cabo
de dos años se popularizan.
La verdad es que viendo la foto este caso parece una copia clarísima.