Estas imágenes son concretamente de la autovía A-55 en Galicia, y más concretamente en los accesos a Vigo. En dicho tramo están utilizando este “rudimentario” sistema para cazar a los conductores de pie derecho pesado. La A-55 a su llegada a Vigo es un tramo bastante peligroso, debido a la multitud de curvas y al mal ojo que tuvo el Ingeniero de Caminos que las diseñó.
Contraperaltes, curvas de doble radio, y un tráfico demasiado denso la han convertido durante años en uno de los tramos con mayor accidentalidad de toda Europa, pero la DGT en lugar de colocar sus trípodes en las zonas de curvas los coloca en las rectas. ¿Porqué será?
Pero la historia no acaba aquí, ya que el colocar los trípodes sobre el puente supone que a su lado tiene que haber aparcado un coche. Así pues el coche parado en un puente de escasa anchura dificulta y hace peligrosa la circulación por el mismo. Todo sea por el buen afán recaudatorio.
Para señalizar que hay un coche innecesariamente detenido en el puente de escasa anchura, la Guardia Civil utiliza los métodos más rudimentarios. Una señal de obras situada a 15 metros por delante del coche y unos conos bien cercanos a la carrocería son para ellos suficientes para montar su puesto de control y alertar a los conductores que pasen por el puente.
Una muestra más de hasta que punto es capaz el cazador de llegar para atrapar a su presa…
Fuente: http://www.motorpasion.com/seguridad/las-nuevas-armas-de-caza-de-la-dgt-tripodes-en-puentes